La BMW F 850 es el modelo con el que la marca alemana pelea en el segmento de las trail de media cilindrada. La actualización a la nueva normativa de emisiones no ha supuesto un cambio en las prestaciones de su motor de dos cilindros en línea, cuya potencia se sitúa en 95 CV, el límite para poderse limitar pensando en los usuarios del A2. Es un propulsor que cuenta con dos peculiaridades esenciales: la primera son dos ejes contrarrotantes y la otra el cigüeñal calado a 270º. Con esto se persigue tanto reducir las vibraciones como impulsar el carácter del motor con un sonido más estimulante aunque también se busca que la entrega de potencia sea lineal, suave pero poderosa e instantánea. En el apartado electrónico destacan los dos modos de conducción disponibles, Rain y Road, así como el ABS Pro y el Control de Tracción Dinámico, con funcionalidad en curva. A esto hay que sumar su embrague antirrebote y la luz de freno dinámica, que hace que las luces de emergencia al realizar frenadas bruscas.